lunes, 2 de marzo de 2009

LA LECCION

Deja la Puerta abierta un momento mas, mientras cierro los ojos y dejo ya de llorar; deja, si tan solo con eso le rezo al poco cielo que tengo que una brisa me regale...
Deja y ya no camines mas, que ya nadie recordará ni menos se quiere acordar; si la dejo abierta no es pa que me vean llorar, es solo pa ver el tiempo pasar...
Dile a ese que juega entre mis plantas; que no me enojo por verle saltar entre mis matas que mas de mil respiros me vieron pasar, que las disfrute mas que yo, que quizás pa' eso han de estar...
Dile a quienes vienen; pero dicelos con voz fuerte y sin respeto a la edad; que yo no quiero ver a nadie, menos a tan pasada hora que es ya...
Avisame eso si; si pasa por el frente, la que alguna vez persegui y busque, pero ni un robado saludo le saqué; quizás le hayan dicho ya, espero que no, pero avisame si pasa pa verle una vez más...

Los Recuerdos; esos me los llevo, aunque cada día que pasa dejan mas de ser mios. mas saben de mi los que me oyen y hasta aquel que se da un tiempo de leer esto...
Bueno; quedate con el recuerdo que elijas y dejame el resto pa' ese viaje, aunque se que no dura tanto, necesito acompañar mi mirar, con algo de nostalgia, con algo de Paz...

Las canciones son todas tuyas; aunque las quiera no las puedo ya tocar, paso ya el tiempo... Solo déjame esa que habla de una niña que juega en el jardín, esa me recuerda a..... Bueno eso ya no importa.

Cierre la puerta no mas hijo, la lección de hoy lista está"

NO HAGA TAL
"... No le griten en su cara, que esta noche a perdido, al primero de sus hijos y menos con voz acongojada. No derramen ni una lagrima; que bendito el cielo estubo, que ha quitado una nube esta tarde, para robar lo mas preciado.
No le griten que no rie; que la muerte le visita, que la tierra se detiene, que su sangre ya está rota.
No le miren en la calle; que sus pasos no son reales, que su imagen gatea a su espalda, que de sudar no sabe nada.
No le toquen la mirada, ni se crucen en su hablar, no le abracen por maldito, por herir hasta matar.
No le lean los recuerdos; que prestados han de ser, no le sequen ya su cara, que de a poco va a caer.
No le busquen por las tierras, que ya solo se ha de ver, no le acepten un saludo, y que sepa al fin perder.
No le esperen esta tarde, porque no la ha de ver; nunca supo el ser padre, y jamás lo va a saber"

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