domingo, 13 de julio de 2008


"Hace unos cientos de pasares; en esas caminatas de olvido que de a poco me enseñan el lugar donde vivo, y que de a poco me muestran esas verdades que sollozan en silencio escondidas, me encontre a una personita, muy pequeña, que no sabia su nombre, ni sabia como era su rostro.
Me pidió un tiempo, solo para poder mirar y no sentirse tan solo. Se lo dí a regañadientes; ya que había aprendido que nuestro tiempo vale mas que lo impagable.

No hablaba; solo miraba; contaba las hojas una por una, les seguia su ir y venir antes de que el suelo pudiesen tocar, respiraba profundo, como si el aire se le fuese a acabar...

Luego de verle admirar lo ya tan conocido, le quise preguntar su nombre, pero fue mas reapido y me pregunto si yo alguna vez lo quisiera llevar a caminar, que nadie lo habia hecho antes, y que mucho miedo le daba ver el sol...

Debo reconocer la extrañéz de su petición, y que fué ésta la que me hizo reposar y querer saber mas...

Suspiraba cada medio pestañar; como si quisiera gritar, como si una historia me tuviese que contar... Yo solo le miraba... a ratos tocía, amagaba un ponerme de pié... no hablabamos...

Tras un frio viento, me miró y dijo: "qué habré hecho yio antes de nacer; que aquel que me hizo parte de esta vida, me olvida poco a poco, y ni siquiera sabe de mis miedos??"...

Fue aterrador; la ira, la agonía, la tristeza... fueron sus únicas palabras; luego, tan solo, tomó mi mano izquierda, y mientras sentí su frio se despidió con una sonrisa que alojo tan solo para ser vista, y no se quedaría mas...

Luego se alejó... Marcho hasta perderse, solo una vez mas miró hacia las hojas que caían, solo una vez más...

En la esquina lo esperaban; eran muchos mas, era un pequeño ejercito de olvidados que marchaban al son de sus suspiros...

El ejercito de los olvidados... de los miedosos, de aquellos que nunca supieron caminar...

La sangre bota a su sangre, la enajena solo por querer...
El hombre a distancia de sus hombres, desentrañando su voz, su rostro, sus manos, a su herencia...

Aun recuerdo su nombre... me lo dijo entre cada palabra que mencionaba... y me pidió callarlo...

Era muy pequeño; y sonreía por no saber llorar"
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(A quienes perdieron la memoria de los suyos... y se jactan de ser los mejores)

1 comentario:

Denisse dijo...

llevan varios minutos resonando tus palabras en mi cabeza, una historia que se repite una y otra vez... a veces me gustaria no decir mi nombre y agotar de ira las palabras...

no son solo la sangre vota su sangre, si no tb. el olvido, los recuerdos..

te quiero mucho mi pirinpinpin..
es bueno leerte de nuevo..
besos